Este martes, el hall de la Escuela de Ingenierías de la Universidad de León se convirtió en algo muy diferente a lo habitual. Nada de apuntes, pizarras o clases de cálculo… se transformó en una auténtica arena gamer. ¿El motivo? La celebración de la tercera edición del Torneo eSports ULE, y sí, fue todo un espectáculo.
El evento fuer organizado por el Vicerrectorado de Estudiantes, Cultura y Deportes. Reunió a cerca de 100 estudiantes de la universidad con ganas de pasarlo bien, competir y dejarse la piel en los mandos y teclados. Y lo mejor de todo: el ambientazo. Entre partidas, risas, piques sanos y jugadas épicas, el hall vibró como si estuviéramos en una final internacional de un torneo de eSport.
Mario Kart, FIFA, Valorant y LoL: la alineación titular
El menú gamer no podía estar mejor servido. Los participantes se enfrentaron en cuatro juegazos: Mario Kart, FIFA, Valorant y League of Legends. Cada uno con su estilo, cada uno con su comunidad. Hubo derrapes imposibles, goles de otro mundo, duelos tácticos y peleas por el nexo dignas de streaming.
El nivel fue alto, pero lo que más destacó fue el buen rollo entre todos. No importaba si ganabas o perdías, lo importante era compartir la pasión por los videojuegos, conocer gente nueva y demostrar que en la ULE el talento gamer también está presente.
Más allá del juego: aquí también se aprende
Aunque muchos vinieron por la competición, el torneo también tuvo otro objetivo: acercar a los estudiantes al mundo profesional de los eSports. Porque sí, esto ya no es solo un hobby. Hay programadores, diseñadores, analistas, comentaristas, organizadores de eventos… y la industria no para de crecer.
Desde la universidad lo tienen claro. Eventos como este ayudan a fomentar habilidades muy útiles para el futuro laboral. Además, de ayudar a potenciar el trabajo en equipo, la toma de decisiones rápidas, la estrategia o la comunicación. Y si encima te lo pasas bien jugando… pues mejor que mejor.
Una comunidad que no para de crecer
Con esta tercera edición, el Torneo eSports de la ULE ya se ha convertido en una cita fija para muchos estudiantes. Cada año son más los que se apuntan, los que se animan a participar o a echar un ojo a las partidas, y los que ven en este evento algo más que un torneo.
Porque al final, lo que queda no son solo los resultados, sino la experiencia. El conocer gente con tus mismas pasiones. Salir de la rutina. Darte cuenta de que tu afición por los videojuegos también tiene un lugar dentro de la universidad.
Y viendo lo bien que ha salido este año, ya estamos contando los días para la cuarta edición.